Capítulo 221
Capítulo 221
Evrie, casi sin darse cuenta, solt6: —Hoy lo vi abajo en el hospital militar—
Curiosa, le pregunt6 a Farel: —,Es alguien que conoces?—
El tono de su conversacién sonaba cémplice.
—Solo es un mocoso que se la pasa sin hacer nada util, sdlo por ser hijo de papa.— Farel solt6 la frase con ligereza, tomando la mano de Evrie.
—Vamos, volvamos al hospital.—
De regreso, Evrie miraba a través de la ventana del coche el paisaje exterior.
En las deterioradas calles habia muchos mendigos y vagabundos, rebuscando en los basureros con paso cojo, y mujeres con ropas andrajosas danzando en las aceras.
Con expresiones apaticas y miradas perdidas. Parecian todos fuera de si. Eran los desechados de la sociedad, los eternos marginados.
No tenian documentos, no tenian identidad, andaban de un lugar a otro sin poder probar quiénes eran, y mucho menos volver a sus hogares.
Estaban condenados a pasar sus vidas alli. Evrie suspir6, sintiendo un nudo en el corazén. Pero se sentia impotente, sin poder hacer nada. Anita le habia contado antes.
Una vez que caias en el Triangulo Norte, empezabas con estafas basicas, generando grandes ingresos para la banda. Si no producias resultados, venian los golpes, el hambre, el encierro en calabozos de agua, la jaula de perros, y asi, una humillacion tras otra.Content is property © NôvelDrama.Org.
Si aun asi no generabas dinero, la banda llamaba a tu familia para un rescate, exprimiendo hasta la Ultima gota. Luego, te usaban para trafico de sangre, extraccién de organos.
Si ni tus érganos servian, entonces te los extraian y terminabas con las piernas rotas en alguna calle.
Los desechados ya no duraban mucho, no valian la pena.
Y si tenias alin peor suerte, podias acabar en otros paises, convertido en una grotesca atraccién de circo, mendigando. Cada etapa era un horror.copy right hot novel pub
Cada dia, era un juego de vida o muerte.
—Deja de mirar.—
Una mano grande cubrié de repente la vista de Evrie.
—No importa cuanto mires, no puedes salvarlos.—
Evrie bajo la mano de Farel y suspiré suavemente.
—Lo s6.—
—Joan, dales algo mas de dinero.—Farel orden6 con indiferencia.
—Como diga, Sr. Haro.—
Joan bajé la ventanilla y lanz6 algunos billetes. Los mendigos se abalanzaron sobre ellos como perros luchando por comida. El corazon de Evrie se estremecio y aparté la mirada en silencio.
Evrie se quedo en silencio.
Se sintio aludida.
Al volver al hospital, ya estaba anocheciendo.
Evrie ayudo a Farel a cambiarse y ponerse la holgada ropa de hospital, instandolo a que descansara en la cama. Habian excedido la actividad del dia.
De repente, sono una vibracion, era el teléfono secundario de Evrie.
Saco el movil y aparecieron mensajes y videos enviados por Zeus.
Era el famoso calabozo de agua.
Oscar, forzado a mantener la cabeza hacia atras, lloraba desesperadamente en el video diciendo:
—Evi, por favor, salvame, ya no aguanto... mejor matenme, ya no quiero vivir..
El rostro de Evrie palidecié de golpe.
jMonstruos, bestias!
Aunque sabia que no dejarian morir a Oscar, preferiria la muerte a tal tortura.
Evrie temblaba de ira y sus ojos estaban enrojecidos de furia.
Al siguiente segundo, la mano delgada de Farel le quité el teléfono.
—Tengo hambre, ve a cocinar.— Dijo Farel.
La mirada de Evrie seguia fija en el movil. —Pero...—
—Ve a cocinar.—
Farel no le dio tiempo a dudar, confiscando su teléfono.
Evrie sabia que de nada servia la ansiedad o la ira en ese momento, Zeus sdlo queria desesperarla dia tras dia. Lo que debia hacer era mantener la calma, no dejarse manipular por Zeus.
Ella tomo una profunda respiracion, intentando calmarse, y luego abrio la puerta y sali. En la habitacion del hospital.
Farel abrid el mensaje de texto y marco el numero que aparecia en él.
— Siempre con trucos sucios, eh? gCuando me toca vivir algo asi?— La voz serena y fria de Farel se deslizo al otro lado de la linea.
Zeus se quedé en shock por un segundo, pero enseguida reconocid la voz al otro lado del teléfono y su tono se torné vacilante. —Td, tu...—
—Hace tiempo que no nos vemos, gno vas a saludar a tu tio Farel?—