Capítulo 205
Capítulo 205
Afuera de la puerta estaba Zeus. Después de que Natalia se fue, él entré de manera despreocupada.
—Chingado, no puedo creer que Evrie, esa pilluela, se te haya escapado. No pensé que se atreveria a dejar atras a Anita, tiene un corazon de piedra, perfecto para este negocio. —
Leandro le echo un vistazo de reojo. —Tu también vas a recibir tu castigo. — Zeus no parecia contento.
—Oye, si nos atacaron los militares del gobierno, qué podia hacer yo? Ni diez como yo podrian detener su bombardeo. gPor qué tengo que ser castigado? {No voy a ir! —
—wn fracaso es un fracaso, no hay excusas. — El rostro de Leandro era frio e impasible, sin rastro de emocion. Zeus resopl6 con desdén.
—Normalmente, si se escapan un par de personas, no te pones asi. ; Qué reglas estas inventando ahora? Solo es porque mi tio te ha sacado de quicio. —
La fuga de su chica y el ataque al Parque LR por parte de los militares traidos por Farel habian arruinado el humor de Leandro. Zeus lo conocia demasiado bien.
Con sarcasmo le dijo— En el pais no pudiste con él, y ahora en el Triangulo Norte sigue teniéndote bajo su sombra, hasta se une con las fuerzas armadas para hacerte la vida imposible, eso si que es frustrante para un hombre. —
La cara de Leandro se oscurecié al instante, como si pudiera destilar veneno. Zeus habia tocado el orgullo de Leandro con precisi6n.
Durante afios, Leandro habia estado compitiendo en las sombras con Farel, pero siempre le llevaba la delantera, nunca lograba superarlo.
De hecho, Leandro no habia sido tan competitivo en el pasado. Hace mas de una década, cuando se metié en problemas en el pais, tuvo que huir al Triangulo Norte. Le tom6 casi cinco afios establecer conexiones, antes de poder volver.
Para cultivar una buena red de contactos, se fijé en Farel, incluso llegé a vivir en el mismo barrio y se acercé a él como miembro del director de una universidad.
Pero Farel era demasiado distante. Todo en él irradiaba frialdad.copy right hot novel pub
No importaba cuan bien te llevaras con él, nunca se involucraba emocionalmente, siempre era indiferente, como si solo fuera un amigo de parrandas.
Leandro poco a poco se olvid6 de Farel y en su lugar, conocid al ambicioso Zeus.
Através de Zeus, se conect6 en secreto con la Familia Da Silva de Ciudad Alnorter.
Siempre habia extendido su red amplia y firme, desarrollandola con éxito.
Pero nunca imagin6 que la Familia Da Silva le daria la espalda esta vez, aliandose con Farel y llevandose a Evrie. Los ojos de Leandro se llenaron de sombras, y sin poder evitarlo, apretd los pufios, apenas ocultando su ira. Era él quien habia puesto sus ojos en Evrie primero, el que habia actuado primero.
~Por qué, por qué Farel incluso tenia que competir con él por una mujer?
Zeus notd su estado de animo y, tras un momento de reflexidn, le sugirid un plan.
—<¢Qué podemos hacer? — le pregunt6 Leandro.
Zeus sonridé maliciosamente y se inclind para susurrarle su idea.
Unos minutos después.
Leandro relajé sus pufios y sus ojos se entrecerraron.
—Bueno, entonces te dejo a cargo, asegurate de hacerlo bien. —
—Confia en mi, esta es mi especialidad. —
Zeus tomé un cigarrillo, cogid un encendedor al azar, lo encendié y salid en una nube de humo.
En los dias siguientes. Evrie permanecio junto a la cama de hospital de Farel.
Teniendo en cuenta su posicién especial en su familia, su padre era una figura clave en Alnorter, a menudo visto en los canales de noticias locales.
Si se enteraban de que estuvo a punto de morir en el Triangulo Norte por una mujer..
Evrie trago saliva, sintiendo un escalofrio recorrerle la espalda.
—<¢Qué haces ahi parada? Ven aqui. — Una voz le llegé desde no muy lejos, era Farel llamandola. Evrie volvio en si, se levanto y se acerco.Content © NôvelDrama.Org 2024.
En la habitacion del hospital, el médico estaba impartiendo instrucciones a las enfermeras del hospital militar en inglés, y ellas podian entenderlo perfectamente.
Evrie, que estaba a un lado, también escuchaba atentamente y se grababa las palabras en la mente. Habia pedido permiso para usar la cocina del hospital para prepararlo. El médico habia dicho que en los Ultimos dias solo podia comer alimentos liquidos y en pequefias cantidades frecuentes.
Ella, con destreza, vertié el caldo en un plato y luego, con una cuchara, comenzéo a llevarlo a la boca de Farel, cucharada a cucharada.
Farel, recostado en el cabecero de la cama, disfrutaba de ese cuidado especial.
—Por fin tengo la oportunidad de que tl me des de comer. —le comento él, con un dejo de emocidn.
Al oir sus palabras, Evrie le record6 la vez que ella tuvo una hemorragia estomacal y termin6 en el hospital, atendida por Farel. Esta vez se invirtieron los papeles, y ahora le tocaba a ella ser la acompafiante.
Record6 aquellos dias en el hospital, cuando Farel, aprovechando que ella no podia moverse ni protestar, la presiono contra la cama y la beso una y otra vez con intensidad.
Los ojos de Evrie se movieron ligeramente, y su mirada se pos6 en los labios de Farel. Tenia unos labios finos y definidos, con un contorno muy atractivo. Desde ese angulo, con los labios entreabiertos, se veian sumamente sensuales y tentadores.
Si se inclinara a besarlos...