Capítulo 178
Capítulo 178
El ruido de al lado era ensordecedor y no habia parado en mucho tiempo.
Evrie no durmié bien en toda la noche.
No fue hasta que el cielo comenzé a clarear que el mundo finalmente se quedo en silencio. Pero Evrie no tenia ni una pizca de suefio y no podia dormirse.
Se dio la vuelta en la cama, decidio levantarse y salir a tomar un poco de aire fresco. Al abrir la puerta, vio que en el patio de abajo corrian mas de una decena de perros grandes, entre ellos algunos mastines.
Cuando la vieron, un par de perros le ladraron con ferocidad. Rapidamente, llamaron la atencién de los guardias de seguridad que patrullaban el area. Evrie dio un sobresalto y se quedo parada en la puerta, sin atreverse a moverse.
Un guardia de seguridad del segundo piso corrid hacia donde estaba, y al ver la cara de Evrie, y luego el distintivo en su pecho, la tension en sus ojos se suaviz6 un poco.
—Disculpe, gpor qué hay tantos perros abajo? Es que estan cuidando de alguien? —le preguntd Evrie con valentia.
El guardia la examin6 de arriba abajo con una voz fria—Aqui las noches son bastante peligrosas, soltamos a los perros para mantener la seguridad. Todavia no ha amanecido y no es hora de trabajar, si no tiene nada que hacer afuera, mejor no salga.
Evrie, asustada por los perros grandes del patio, por supuesto que no se atrevid a salir.
Viendo como estaba el ambiente, asintio rapidamente y regreso a su habitacion, cerrando la puerta con cuidado. Recostada en la puerta, Evrie se sujet6 el pecho palpitante y exhalé profundamente.
Tenia la sensacion de que este lugar era alin mas peligroso y complicado que Brasil, y que la presién era atin mayor. Aqui, incluso respirar se sentia como un lujo.NôvelDrama.Org owns this text.
No era de extrafiar que este proyecto ofreciera un premio de un millon.
El dinero, definitivamente, no era facil de ganar.
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Alas ocho de la mafiana, alguien le trajo el desayuno.
Evrie no se atrevia a salir, asi que desayuno en la habitacion.
Recostada en la reja de la ventana de su cuarto, miré hacia abajo y vio que los perros ya no estaban en el patio. Poco a poco, algunas personas comenzaron a salir y entrar en el edificio de oficinas cercano.
Supuso que estaban yendo al trabajo.
Evrie penso que, con la luz del dia, el lugar parecia bastante normal.
—Toc toc—
Se escuché unos golpes en la puerta.
Evrie retiré la vista y se levanto para abrir la puerta.
Cuando abrié vio que era una mujer alta y esbelta la que llamaba a su puerta.
La mujer llevaba un vestido ajustado negro y zapatos de tacén alto, su cabello negro largo estaba recogido detras de su cabeza, y sus rasgos eran finos y afilados, luciendo extremadamente pulcra y contundente.
Cuando Evrie vio la cara de la mujer, no pudo evitar sorprenderse. —gTu eres... Natalia?
Efectivamente, la mujer frente a ella era su idolo de la universidad, la alumna ejemplar de arquitectura de la promocidn anterior, Natalia Rivera.
La mujer, al ver a Evrie, también se sorprendié un poco. Parecia no esperar que la mujer que se hospedaba aqui fuera ella. —Te recuerdo, eres la jovencita de arquitectura de la Universidad Alnorter, ¢Evrie? —
Evrie no esperaba que su idolo la recordara, y se emocioné de inmediato, sintiendo un reconfortante sentido de familiaridad y seguridad lejos de su patria.
Natalia, al escuchar su respuesta, no mostré sorpresa alguna, como si ya supiera algo. Asintié ligeramente, con una actitud un poco mas amigable. Evrie mostré su entusiasmo—jEntendido! Agradezco mucho tu ayuda, Natalia. —
—No hay de qué, ven conmigo. Primero te llevaré a dar un recorrido por el parque arquitectonico.
Natalia comenzo a caminar hacia afuera con pasos serenos y seguros.
Parecia tener una posicion alta aqui, ya que también llevaba el mismo distintivo en su pecho, y los guardias de seguridad se hacian a un lado al verla pasar.
Evrie la siguid, sintiendo que su nerviosismo disminuia un poco.
Se dio cuenta de que su compafiera de estudios habia cambiado mucho de lo que ella recordaba.
La Natalia de aquel entonces era tan entusiasta, calida y accesible.
Pero la Natalia de ahora era cortés, distante y sus ojos mostraban un frio cortante, como si fuera una persona completamente diferente.
Evrie se sintid extraria ante ese cambio. Pero al entrar al gran edificio, todo se tornaba increiblemente enredado.
Habia largos pasillos, pequefias habitaciones segmentadas, caminos que se retorcian. El edificio por dentro parecia un laberinto gigante.
Mientras atravesaba el pasillo, Evrie percibia de manera tenue algunos gritos que salian de ciertas habitaciones, ruidos confusos, bastante vagos, no muy claros.
Queria acercarse mas para seguir escuchando. De repente, Natalia gird en el camino, llevandola hacia otro lado, alejandose de esos sonidos. Evrie sintid que algo no estaba bien.
Se contuvo por un momento, pero no pudo evitar preguntarle: —Natalia, gqué lugar es este? gPor qué siento que... hay algo Taro? —
Natalia la mird con una expresion cargada de significado. Curv6 ligeramente los labios y lo que dijo tenia un aire de misterio.
—Espera un poco y lo sabras. —