Capítulo 396
12:14
Capítulo 396
El cliente miraba la cara del vendedor en ese momento, no habla nada que no entendiers
Si fuera verdad que el vendedor vendin su broche.
No se habría asustado asi
Claramente, como dijo ella, el broche era una falsificación.
Pensando que casi había sido estafado por tres millones, el cliente furioso, se puso pálido y dijo: “Olvidémoslo, no voy a comprar este broche. Nunca más volveré a poner un ple en esta tienda!”
Dicho esto, con una cara llena de gratitud, le dijo a Jazmin: “Jovencita, de verdad, gracias. Si no fuera por ti, seguramente me hubieran
estafado
Recordando todas las veces que había sido engañado antes, el hombre se sentia temblemente mal.
Pero solo podia culpar a su mala suerte.
Antigüedades Imperial siempre había sido un lugar complicado.
Fue su error confiar en la persona equivocada, nadie más tenia la culpa.
“Dices que este broche es falso, ¿qué pruebas tienes?”
Viendo que un buen negocio se iba al traste así como así, el jefe, desesperado por aferrarse a algo, exigia que Jazmin le presentara pruebas.
Fuera de la tienda.
Unos hombres que planeaban entrar a echar un vistazo a las cosas de la tienda, se detuvieron ante el inesperado incidente y se quedaron mirando la escena con interés desde la entrada.
Uno de ellos, un hombre de mediana edad con un porte distinguido, le preguntó a otro hombre a su lado. “Sr. Sevilla, ¿qué piensa? ¿Es falso el broche?”
El llamado Sr. Sevilla, un hombre de unos cincuenta años con un aire culto y que llevaba gafas, pareciendo un profesor universitario, observaba lo que ocurria dentro con una expresión emocionada en su rostro habitualmente sereno, sus ojos brillaban intensamente al mirar a la joven vestida con uniforme escolar.
“¡Por supuesto que es falso!” Jerónimo Sevilla le respondió,
u voz revelando su emoción.
El lider del grupo, notando un cambio en su tono, lo miro sorprendido.
Al ver su rostro lleno de excitación, como si hubiera encontrado algo que lo llenaba de alegria, le preguntó curioso: “¿Por qué está tan emocionado de repente, Sr. Sevilla?”
ra
“Sr. Céspedes, acabo de ver a una amiga a la que no vela desde hace mucho tiempo. Disculpen mi breve ausencia“, le dijo el Sr. Sevilla y sin esperar más, se apresuro a entrar en la tienda. NôvelDrama.Org copyrighted © content.
Una vez dentro, se dirigió directamente hacia Jazmin.
El Sr. Céspedes, viendo que entraba para encontrarse con ella, comentó sorprendido a otro hombre de mediana edad que estaba a su lado: “¿La amiga del Sr. Sevilla es una jovencita?”
*¿Santiago, tú conoces a esa chica?”
Santiago miraba a Jazmin, quien estaba dentro de la tienda, abrió la boca pero no pudo decir nada.
Más que
conocerla
Era su propia hija.
Pero, ¿cómo podría Jazmin estar aquí?
Y el hombre que estaba con ella, que parecia tener una relación cercana, ¿quién era?
Además, ¿cómo el Sr. Sevilla conocía a Jazmin?
El Sr. Sevilla era el adivino al que Santiago habia pagado una gran suma de dinero.
Fue el Sr. Sevilla quien le dijo que trier de vuelta a su hija del campo no solo mejoraria la dificil situación actual de su empresa familiar sino que también impulsaría su crecimiento.
El Sr. Sevilla era un maestro reconocido tanto en el mundo del espiritismo como en el de las antigüedades, casi sin igual. Santiago estaba buscando realizar una inversión y se habia acercado al Sr. Céspedes, quien tenia interés en las antigüedades, asi que habla pagado mucho para que el Sr. Sevilla los acompañaro