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Capítulo 602

Dorian y Yael se dirigieron juntos a la sala de estar.

Alejandro y Julián ya estaban esperando en la sala. Al verlos entrar, se levantaron para recibirlos con un apretón de

manos.

“Señor Ferrer, disculpe la molestia.”

‘Señor Terrén, no hay problema.” Dorian extendió su mano, intercambiando un saludo formal antes de guiarlos hacia la

mesa.

Mientras Alejandro tomaba asiento, Dorian hizo lo mismo y con cortesia preguntó.

“¿Qué lo trae por aquí al Hotel Esencia hoy. Señor Terrén?”

“Estaba de paso y pensé en subir a visitar.” Alejandro respondió con una sonrisa cordial, colocando su celular sobre la mesa al sentarse.

Dorian también puso su teléfono sobre la mesa.

Yael y Julián se sentaron a los lados de ellos, dejando sus propios teléfonos a un lado.

Dorian miró a Alejandro con una sonrisa fría pero educada: “Es un honor para el Grupo Esencia recibir a un visitante tan distinguido.”

Alejandro devolvió la sonrisa: “Usted es muy amable, Señor Ferrer.”

Mientras hablaban, la atención de Alejandro se centró en Dorian: “Oi que dono un museo de ciencias.”

Dorian, que estaba a punto de beber su agua, se detuvo al escuchar eso y miró a Alejandro: “¿Dónde escuchó eso, Señor Terrén?”

Alejandro simplemente sonrió y no respondió directamente, pero sus ojos oscuros se fijaron en Dorian: “Eso no importa. Me dijeron que la diseñadora se llama Elvia, ¿es asl?”

Los dedos de Dorian, que estaban sobre la tapa de su taza, se detuvieron por un momento. Miró a Alejandro sin responder a su pregunta directamente.

De repente, Alejandro sonrio, pero rápidamente se puso serio, mirando fijamente a Dorian: “¿Podría hacerme un favor, Señor Ferrer? Me gustaría conocer a esa diseñadora llamada Elvia.”

Dorian seguía sosteniendo su agua, sin moverse mientras Alejandro lo observaba con seriedad, claramente con la intención de conocer a la tal “Elvia“.

¿Sería que estaba absolutamente convencido de que ella era la diseñadora que estaba buscando?

¿Sería solo una coincidencia de estilos?

Dorian sintió una inquietud interna, pero su expresión se mantuvo calmada.

Yael también miró a Alejandro con una leve sorpresa.

En ese momento, el teléfono de Yael emitió el sonido de una notificación de WhatsApp, y casi al mismo tiempo, el celular de Dorian hizo lo mismo.

Ambos miraron sus teléfonos y vieron el mensaje *Disculpe, no sabia que usted era el responsable del proyecto y no respondi a tiempo. Lo siento mucho,”

Cuando llegó el mensaje de disculpa de Amelia, Dorian se detuvo de nuevo.

Tomó su teléfono rápidamente y se disculpó con Alejandro: “Perdón.” Content held by NôvelDrama.Org.

Se concentró en su celular y abrió el WhatsApp.

El tono cortés pero distante hizo fruncir el ceño a Dorian, que acariciaba pensativo el borde de su teléfono.

Alejandro echó un vistazo al móvil de Dorian y luego lo llamó con suavidad: “¿Señor Ferrer?”

Dorlan levantó la vista hacia él; “Lo siento, Señor Terrén, no conozco bien a la señorita Elvia.”

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Era claramente una forma de negarse.

Alejandro no se molestó, solo sonrió disculpándose: “Fui imprudente.”

Dorian apenas esbozó una sonrisa, seguía acariciando el borde de su teléfono, inmerso en sus pensamientos.

Alejandro no siguió enredandose en ese asunto y llevó la conversación de vuelta a los negocios, luego a los asuntos del puerto y así estuvieron hablando hasta casi el mediodia.

Dorian le pidió a Yael que organizara un almuerzo para acompañar a Alejandro y Julián. Compartieron una comida y conversaron sobre asuntos de negocios, sondeando sutilmente hasta que finalmente terminaron la reunión de manera amistosa.

Antes de irse, Alejandro tocó el tema de Elvia de manera delicada, dejando entrever que esperaba que Dorian le ayudara a encontrarla.

Después de despedir a Alejandro y Julián, Dorian le dio la instrucción a Yael con voz tranquila.

“Pasa la foto de Elvia al departamento de recursos humanos para que estén atentos.”

“Entendido.” Yael respondió con ligereza.

Dorian no añadió más y se dirigió a su oficina, todavía con el móvil firmemente en la mano.

Al llegar, abrió WhatsApp y buscó a la nueva diseñadora que habia agregado.

Cuando el mensaje “Disculpe, no sabia que usted era el responsable del proyecto y no respondi a tiempo. Lo siento mucho.” volvió a aparecer, Dorian no pudo evitar fruncir el ceño.

Yael también entró a la oficina con Dorian y al ver que estaba absorto en el WhatsApp de la diseñadora, recordó lo que Jacinto le habia explicado antes y le dijo a Dorian: “Ah. Sr. Ferrer, Jacinto me comentó que ayer se le olvidó mencionarle a la diseñadora que usted era el responsable del proyecto. La diseñadora pensó que era algún intermediario y no respondió, por eso hubo un malentendido.”

Él frunció ligeramente el ceño y le lanzó una mirada.

Desconcertado por esa mirada, Yael estaba a punto de decir algo cuando Dorian habló con voz tranquila: “Puedes retirarte.”

“Claro.” Su asistente respondió en voz baja y salió.

Dorian volvió su atención a la pantalla del móvil mirando fijamente el mensaje durante un largo rato, dudando varias veces en poner el móvil a un lado y luego volviéndolo a tomar, mezclando en su mente los detalles del curriculum de Elvia, la actitud de Alejandro de querer verla más temprano y la explicación de Yael de que la diseñadora no sabia que el era el responsable del proyecto. Todo eso se entrelazaba lentamente con los diseños que habla visto la noche anterior. Dorian movió su mirada del

avatar de WhatsApp a las palabras y luego lentamente hacia la esquina interior derecha del icono de “llamada“, Sus labios se apretaron levemente y sin titubear, tocó el icono de “llamada“, eligiendo la opción de “videollamada” y la envió.

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