Capítulo 466
Capítulo 466
Carlos apenas habia colgado cuando su teléfono sono de nuevo.
“Oye, sabes a que refugio fue Alex al final?”, preguntó Roberto, activando el altavoz del móvil sin más preámbulos. Del otro lado de la linea Carlos pareció sorprenderse: “¿Por qué preguntas eso ahora?”
“Es la Directora Amelia quien quiere saber, explicó Roberto, “Ella se va a devolver a Arbolada por unos dias y está preocupada por Alex. Vino especialmente a preguntar.”
“Ya veo,” Carlos rio. “Dile que no se preocupe, Alex está bien. La policia está en contacto con el refugio de su pueblo para organizar su regreso.”
“¿De qué pueblo es Alex?“, intervino Amelia.
“De un pequeño pueblo en las montañas cerca de la ciudad de Silvania. Queda lejos de aqui, asi que la policia necesita tiempo para hacer los arreglos,” explicó Carlos con una voz tranquila. “No te preocupes, con la policia involucrada, todo estara bien.”
Amelia pregunto: “Pero, ¿Alex no quería quedarse? ¿No podriamos conseguirle una cédula de identidad y registrarle formalmente?”
“Eso podria ser complicado. La policia está tratando de localizar a sus familiares. Al parecer, todavia tiene conocidos en su pueblo y necesitan confirmar más detalles. Además, Alex ya es mayor y quiere regresar a sus raices,” Carlos se tomó un poco melancólico, “Para ser honesto, ha estado conmigo mucho tiempo y todos nos hemos encariñado con él. Pero uno no puede ser egoista; si él quiere volver, debemos dejarlo, Cuando todo este en orden, le llamare.”
Roberto también sonrió y agregó: “Claro, cuando Alex se haya asentado, te llamaremos para que no te preocupes.” Amelia sonrió levemente y asintió: “Está bien.”
Después de unos minutos más de charla, colgaron.
“Bueno, entonces nos vamos, volvere en unos dias. Cualquier duda que tengan con la obra, me pueden llamar en cualquier momento, dijo Amelia despidiéndose de Roberto.
“Claro, claro, cuidado en el camino y no duden en visitarnos cuando puedan Roberto respondió con una sonrisa, asignando a alguien para llevar a Amelia, Héctor y Dalia a la estación de trenes. Content from NôvelDr(a)ma.Org.
“Seria genial si pudieran llevamos directamente a casa, suspiro Dalia al ver las escaleras de la entrada de la estación. “Lástima que no sé manejar, si no podría venir en coche cuando quisiera, sin tener que correr para alcanzar el tren.”
“Manejar no es tan práctico como el tren rápido, la reprendió Héctor con una mirada. “Lo que quieres es un chofer, no manejar tu.”
Dalia puso una cara de disqusto: “Es lo mismo.”
Amelia observó la pequeña discusión sin intervenir.
Sin embargo, Dalia le recordó que necesitaba sacar su licencia de conducir, ya que sin ella se le dificultaba moverse.
Antes, entre el embarazo, el trabajo, los estudios y cuidar a su hija, Amelia estaba tan ocupada que no tenia tiempo para pensar en sacar la licencia.
De regreso en Arbolada, paso por la autoescuela más cercana a su casa y se inscribió
Al salir de la autoescuela, el sol ya se ponía y las calles bullian con el tráfico de la hora pico
La decisión de volver habia sido de último minuto y no había avisado a Serena de su regreso, en parte por la falta de tiempo y también por querer darle una pequeña sorpresa
La última semana había sido tan ajetreada que su mente y su vida se llenaron de trabajo y asuntos menores, dejando poco espacio para pensar en su hija o en cualquier otra cosa, sin darse cuenta, había pasado casi una semana entera
De hecho, esa semana habia sido la más plena y relajada desde su regreso al país.
El trabajo era exigente, pero su mente estaba ocupada y satisfecha.
Pensando en volver a casa y enfrentarse a Dorian, se sentia un poco indecisa.
Antes, saber que Serena la esperaba en casa hacía que Amelia se apresurara a volver, pero ahora que Dorian estaba ent Bu hogar y tenía esa actitud de distanciamiento, como si hace mucho no se vieran o no tuvieran contacto, esa
urgencia por llegar se convertia en una leve vacilación
En la última semana, no había hablado directamente con Dorian:
Ella no lo buscó, y el tampoco lo hizo
Siempre se comunicaba con Serena a través de Marta, llamando mayormente de dia, aunque a veces también por la
noche
Dorian estaba ahi en esos momentos, pero como si hubiem un acuerdo tácito, ambos evitaban mencionar al otro.
Con esa distancia creciendo, Amelia realmente no sabia cómo enfrentarlo al volver.
Especialmente después de haber gozado de unos días de libertad por su cuenta.
Suspiro profundamente y tras darse varias charlas de ánimo, empujó su maleta y entró en el complejo residencial
La ansiedad crecia a medida que se acercaba a la puerta de casa.
Por un momento, incluso sintió el impulso de darse la vuelta y marcharse.
Pero fue solo eso, un momento. Elanlielo por ver a Serena la empujó hacia la puerta.
Al llegar, tomo una respiración profunda para calmarse y finalmente sacó las llaves de su bolsillo
Cuando estaba por insertar la llave en la cerradum, su corazón comenzó a latir descontroladamente.
No sabía en qué momento volver a casa se habia convertido en una fuente de nerviosismo, como si se preparara para entrar en batalla.
Tras otra respiración honda, introdujo la llave en la cerradura y casi al instante, la puerta se abrió de golpe desde dentro. Dorian estaba en la entrada, con una mano sosteniendo una bolsa de basura.
Con la llave aun en el aire, Amelia se quedó paralizada por un instante, con su mente en blanco.
Dorian también se detuva, su mirada pasando de su mano suspendida en el aire a su rostro ligeramente levantado.