Capítulo 101
Capítulo 101
Después de escuchar un rato, Nerea, aprovechando una pausa, golpeó la puerta de la oficina.
-Hola, ¿está Gerard por aquí? NôvelDrama.Org © content.
Edern Riordan estaba sumergido en su lectura en ruso, cuando el sonido de la puerta lo interrumpió, levantando una ceja en señal de molestia. Sin embargo, su expresión cambió al ver a la joven en la
puerta.
La chica se paró frente al pasillo con una brisa suave, su cabello castaño y rizado se movia ligeramente, cayendo sobre sus largas y curvas pestañas.
Ella se llevó la mano a la cara, sus dedos tan delicados como su piel, suave como el mejor marfil. Sus cejas eran finas y largas, y sus ojos, brillantes como una galaxia deslumbrante, hacían dificil apartar la mirada.
¿Ella era… Nerea?
En persona era aún más impresionante que en la televisión.
Él se quedó mirándola un buen rato antes de apresurarse a dejar el guion y levantarse para sonreírle, -Hola, señorita Nerea, un placer conocerla.
¿La conocía él?
Nerea lo miró sorprendida, -Hola, ¿cómo debería llamarte?
-¿No me reconoces?
Edern se quedó parado, luego soltó una risa.
Desde que debutó a los 10 años, era la primera vez que alguien decía que no lo conocía. Aquella sensación de novedad le pareció fresca y divertida.
¿Ella debería conocerlo?
Nerea se sintió confundida por su tono incrédulo, intentando recordar. Su rostro le resultaba familiar, pero no podia recordar dónde lo había visto.
-¿Eres amigo de mi tio?
Edern sonrió, -¿Gerard no te dijo por qué viniste aquí?
-No, solo mencionó que sería una sorpresa.
-Entonces esperemos a que llegue Gerard, dijo Edern, caballeroso, mientras le ofrecía una silla. Nereal agradeció y se sentó, notando el cuaderno en el que él dibujaba, -¿Estás practicando ruso?
-¿Entiendes?
Edern se sorprendió, y Nerea asintió, -Un poco, te escuché leer desde la puerta. La tonalidad, el ritmo, la cohesión entre frases y el uso gramatical están bien, solo que algunas entonaciones no son del todo correctas, ¿tienes problemas con los sonidos vibrantes?
Ella señaló sus debilidades con precisión, dejando a Edern asombrado. Escuchando desde la puerta solo un breve momento, logró identificar los problemas con tanta claridad, definitivamente sabía más que un poco, ¿no?
-Es cierto, después de tanto tiempo con el ruso, aún me cuesta. Sería genial si, señorita Nerea,
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pudieras compartir algunos consejos.
-No es que tenga mucho que enseñar, pero podría compartir algo de lo que sé.
Nerea tomó el cuaderno sobre la mesa, Por ejemplo, esta parte, Это очень опасное поведение, и я не хочу, чтобы ты шла одна….
Cuando Nerea leyó en ruso, su voz era clara y fluida, con una velocidad y expresión perfectas, como si fuera una intérprete de renombre. Y ella, que acababa de decir modestamente que entendía un poco, mostraba una habilidad y conocimiento impresionantes para su aparente juventud de solo dieciséis o diecisiete años, además de una humildad y discreción raras de ver.
La mirada de Edern hacia ella cambió de una simple admiración a algo mucho más profundo.
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